jueves, 2 de octubre de 2008

Hígado: definición y funciones

El hígado es un órgano o víscera del cuerpo humano y, a la vez, la glándula más voluminosa de la anatomía y una de las más importantes en cuanto a la actividad metabólica del organismo. Desempeña funciones únicas y vitales como la síntesis de proteínas plasmáticas, elaboración de la bilis (necesaria para la digestión y absorción de las grasas), función desintoxicante, almacén de vitaminas, glucógeno, etc. Además, es el responsable de eliminar de la sangre las sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo, transformándolas en otras innocuas.
El hígado se localiza en la región del hipocondrio derecho del abdomen (no suele sobrepasar el límite del reborde costal), llenando el espacio de la cúpula diafragmática, donde puede alcanzar hasta la quinta costilla, y se relaciona con el corazón a través del centro frénico, a la izquierda de la cava inferior. Su consistencia es blanda y depresible, y está recubierto por una cápsula fibrosa, sobre la cual se aplica el peritoneo, parte de la superficie del hígado (excepto en el área desnuda del hígado, que corresponde a su superficie postero-superior). La bilis, producida por el hígado y expulsada a través del conducto colédoco en la segunda porción duodenal, actúa en el intestino delgado.

Transplante de Hígado

Es la cirugía que se realiza para reemplazar un hígado enfermo por un hígado sano.
Los trasplantes de hígado se han convertido en operaciones comunes en todo el mundo.
Un hígado sano por lo general se obtiene de un donante que haya muerto recientemente, pero que no haya sufrido lesión hepática. El hígado sano se transporta en una solución salina refrigerada, que lo conserva hasta por 8 horas. Esto permite realizar las pruebas necesarias para determinar la compatibilidad entre el donante y el receptor.

Hígado con cirrosis

El hígado enfermo se extirpa a través de una incisión quirúrgica hecha en la parte superior del abdomen. El hígado donado se coloca en su lugar y se conecta a los vasos sanguíneos y a las vías biliares del paciente. Esta operación puede durar hasta 12 horas y requiere que el paciente reciba una gran cantidad de sangre a través de una transfusión.
En algunos casos, un donante vivo puede donar una parte de su hígado para un trasplante a un miembro de la familia o a un amigo. Esto ofrece algo de riesgo para el donante debido a la naturaleza de la operación, sin embargo, el hígado se puede regenerar por sí mismo hasta cierto punto. Ambas personas generalmente terminarán con sus hígados funcionando bien después de un trasplante exitoso.

Historia del Transplante

En 1933, el ruso Voronoy realizó el primer trasplante renal a una joven en coma urémico a partir de un hombre de 60 años. Los riñones trasplantados funcionaron precariamente durante los dos primeros días; entonces, le sobrevino la muerte a la paciente.

Voronoy comunicó en 1949 otros cinco trasplantes de riñón de cadáver conservado realizados sin éxito alguno.

El primer trasplante renal entre humanos con resultado de supervivencia del receptor tuvo lugar en Boston en 1947. A una joven en coma profundo por uremia, en anuria desde hacía diez días tras shock séptico secundario a un aborto complicado, se le trasplantó el riñón de un cadaver. El implante se practicó a nivel del pliegue del codo, y se mantenía caliente con el foco de una lámpara. El riñón secretó orina el primer día, y dejó de funcionar al segundo día. Dos días después, se reanudó la diuresis natural y se producía la curación.

En 1950 en Chicago, se realizó en EE.UU. el primer trasplante renal con implantación intraabdominal a una mujer afectada de poliquistosis renal y con función precaria a la que se le extrajo uno de sus riñones poliquísticos y se le sustituyó por el riñón de un cadaver. A los dos meses se comprobó que el riñón tenía función.

El primer éxito en el trasplante de hígado

Thomas Starzl

En 1963 Thomas Starzl realizó el primer trasplante de hígado entre humanos. A un niño de tres años afecto de atresia biliar que se encontraba en un estado fisiológico desastroso le trasplantó el hígado de otro niño fallecido de un tumor cerebral. Cinco horas de supervivencia.

En el mismo año, dos meses más tarde, practicó su segundo trasplante hepático, esta vez entre adultos. El receptor, un varón de 48 años de edad afecto de un glioma primario de cerebro. El trasplante fué un éxito, el receptor murió 22 días más tarde de una embolia pulmonar...

Antecedentes en la Argentina

Primer trasplante de hígado y riñón

Con el objetivo de reducir la mortalidad de pacientes en la lista de espera pediátrica, que todavía en 1992 era superior al 40%, se realizó con éxito en el Hospital Italiano el primer trasplante hepático con donante vivo relacionado en pediatría, siendo pionero el Servicio de una tecnología hoy universalmente aceptada que permite reducir esa mortalidad al 2%.

Cuatro años más tarde, en 1996, el equipo de profesionales de la Institución concretaría el primer trasplante combinado de hígado y riñón, de los que hasta la fecha se llevaron a cabo cinco, y en 1998, diez años después del primer trasplante de hígado con donante vivo en la Argentina, se realizó en el Hospital Italiano el primer trasplante a un adulto con donante vivo relacionado.

Fueron épocas de adelantos vertiginosos para la especialidad, que el Servicio capitalizó y asimiló para mantenerse a la vanguardia entre sus pares de todo el mundo. El avance de la cirugía, la anestesia y los métodos de soporte permitieron, por ejemplo, que sus cirujanos intervinieran a pacientes testigos de Jehová sin necesidad de transfusiones de sangre, lo que configuró una novedad trascendente para esta comunidad.

Hígado bioartificial pediátrico: Un desafío

Desde entonces, el Programa de Trasplante Hepático del Hospital Italiano participó en la conquista de diversos hitos, como el uso de un hígado bioartificial desarrollado por la Unidad de Medicina Experimental del Hospital que permite sostener las funciones hepáticas hasta la realización del trasplante definitivo, o la utilización de un novísimo sistema de soporte hepático artificial, el MARS (sistema de diálisis basado en la remoción de toxinas a través de albúmina), empleado en condiciones específicas de pacientes con insuficiencia hepática.

En la misma línea, el Programa de Trasplante Hepático trabaja en conjunto con el Instituto de Ciencias Básicas y Medicina Experimental de la Institución en el desarrollo de un hígado bioartificial pediátrico (HI-BEL, Hospital Italiano Biological External Liver) y en la posibilidad del trasplante de células hepáticas en niños con enfermedades metabólicas.

Fruto de su significativa experiencia, el Servicio muestra una de las series más extensas de trasplante hepático en bebés con menos de 6 Kg. de peso, utilizando técnicas con diseño propio sin las cuales la mortalidad de esos niños hubiera sido del 100%, mientras que con su aplicación la sobrevida a cinco años alcanza el 85%. Un nivel similar a la de los adultos trasplantados, que ronda el 82%. Y más de 450 pacientes, incluyendo algunos de países vecinos como Uruguay, Chile, Perú, Venezuela y Paraguay, son indicadores del éxito de 15 años de experiencia pionera en trasplantes de hígado en el Hospital Italiano de Buenos Aires.

Ejemplo de trabajo mancomunado

Pero si bien el programa de trasplante hepático es uno de los más activos, lo acompañaron en este desarrollo otros planes similares, como el de trasplante óseo (iniciado en 1986), con más de 500 trasplantes de diferente tipo que configuran la serie más importante de Sudamérica; el de trasplante cardíaco (comenzado en 1988), con más de 60 procedimientos adultos y 20 pediátricos con excelentes resultados; el de trasplante de pulmón uni o bilateral (1992); el de trasplante renal pediátrico y adulto, con más de 500 procedimientos realizados; el de trasplante renopancreático (1994), tanto de islotes como páncreas completo, que lleva ya 45 procedimientos que comprenden la serie más importante del país, y finalmente el programa de trasplante de médula ósea, de reciente iniciación.

Todos ellos son un acabado ejemplo de trabajo interdisciplinario mancomunado y una dirección precisa por parte de las autoridades del Hospital, cuya claridad de objetivos ha permitido alcanzar los excelentes resultados enunciados y ha convertido a la Institución en la única del país que ofrece la totalidad de las opciones terapéuticas actuales relativas al trasplante de órganos.

Ley de Ablación y Transplante de órganos

¿Qué dice la ley?


La ley 24193, establece claramente los principios bioéticos que resguardan la actividad de procuración y trasplante de órganos. Los artículos 19 y 20 contemplan la expresión de voluntad en vida para la donación, especificando que no está permitido la realización de un trasplante con órganos provenientes de seres vivos no relacionados.

El principio del consentimiento presunto: toda persona es considerada donante si no se ha manifestado contrariamente en vida. La ley contempla este principio aunque establece claramente los requisitos que deben previamente cumplimentarse para poner en vigencia el mismo, como son la consulta al 70% de los habitantes precedida de una campaña masiva de información sobre la donación.

¿Quiénes pueden donar los órganos?

Toda persona mayor de 18 años legalmente capaz, puede hacer uso de este principio humanitario universal.

De acuerdo a lo establecido en la ley de trasplante, la expresión de la voluntad de ser donante para después de la muerte puede realizarse mediante dos procedimientos:

  • A través de la firma de un Acta de Donación mediante la cual se autoriza la ablación o extracción de órganos ( corazón, pulmones, riñones, hígado y páncreas) y/o materiales anatómicos (válvulas cardíacas, huesos, huesecillos del oído y piel) de su propio cuerpo y donde se especifica con qué fin, ya sea para implante y/o investigación. Para manifestar esta decisión sólo es necesario concurrir con el documento de identidad a los principales establecimientos hospitalarios y diversas dependencias habilitadas del área de salud tanto nacional, provincial o municipal. El acta es oficialmente recibida y resguardada por el INCUCAI, mientras que el individuo recibe el Carné de Donación donde se certifica su voluntad.
  • Expresar la voluntad de autorizar para la extracción de órganos después de la muerte. Dicha manifestación será recabada por todo funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, cuando concurran ante dicho organismo a realizar cualquier trámite y queda asentada en el Documento Nacional de Identidad. Como en el caso anterior será informado al INCUCAI.

Sin embargo la forma más simple y concreta de ser donante es compartir la decisión con los familiares y amigos, para que llegado el momento ellos hagan respetar su voluntad expresada en vida.

Esta manifestación en vida es revocable en cualquier momento.

Cuándo se puede donar efectivamente los órganos

Los donantes efectivos de órganos son las personas fallecidas con diagnóstico de muerte encefálica, esta situación es muy rara (aproximadamente 4 de cada 1000 defunciones), esta condición implica la destrucción irreversible de la función encefálica con el mantenimiento artificial de la respiración y el latido cardíaco.

Pasos Operativos

El operativo de procuración es el proceso de obtención de órganos y tejidos para trasplante en cuyo desarrollo llegan a intervenir hasta 150 profesionales especializados, con el objetivo de dar respuesta a las personas en lista de espera. Está compuesto por varios pasos logísticos de diversa índole, con un ordenamiento sistematizado, que requieren de acciones coordinadas en cada una de sus etapas. El trabajo interrelacionado entre diferentes equipos de actores se desarrolla en forma simultánea en distintos lugares físicos: en el establecimiento asistencial donde se encuentra el donante fallecido, en el Incucai o los organismos jurisdiccionales de ablación e implante y en los centros de trasplante donde se realiza la intervención en los receptores. Los primeros pasos operativos que comprenden la detección del posible donante, la evaluación de los criterios de selección, la certificación de muerte, el mantenimiento cadavérico y la entrevista con los familiares del fallecido, se desarrollan en la institución sanitaria en donde se encuentra el posible donante.


La coordinación y logística general de todos los pasos operativos se implementa desde la guardia operativa nacional cuya sede está en el Incucai y desde las dependencias de los organismos jurisdiccionales. Aquí es donde también se procede a la distribución y asignación de órganos de acuerdo al orden de prioridades establecido por el sistema informático SINTRA a partir de los criterios de distribución establecidos en las resoluciones correspondientes. La ablación de los órganos se practica en el quirófano del establecimiento asistencial donde se encuentra el fallecido. Luego, los órganos son trasladados a los diferentes centros donde se concreta el trasplante en cada uno de los receptores. El control final del implante y su registro en el sistema informático es efectuado por el Incucai o el organismo jurisdiccional responsable de la coordinación del operativo. La duración completa del operativo de procuración de órganos es variable. Se inicia en el momento de la detección del potencial donante y finaliza con la cirugía de trasplante. Por lo general se extiende por un lapso de 18 a 20 horas aproximadamente, aunque en ocasiones el proceso puede durar hasta 50 horas.



Los pasos operativos son:
  • Detección
  • Criterios de selección
  • Certificación de muerte
  • MantenimientoEntrevista familiar
  • Intervención judicial
  • Distribución y asignación
  • Ablación y trasplante

Distribución del Transplante de órganos

Para determinar qué pacientes reciben los órganos y tejidos procurados y garantizar igualdad de oportunidades, el Incucai cuenta con normas que establecen los criterios de distribución y aseguran la equidad en la asignación. Los pacientes inscriptos en lista de espera a priori no tienen un posicionamiento numérico con un primero, un segundo o un tercero. Un proceso de distribución está asociado a un proceso de donación y, por lo tanto, a un donante.


La distribución tiene por objetivo asignar los órganos o tejidos del donante a los receptores más adecuados inscriptos en lista de espera, para que sean trasplantados. Por lo tanto, el ordenamiento numérico de las listas se establece en cada operativo de donación, una vez conocidas las características de compatibilidad entre el donante y receptor y el lugar del país donde se procura el órgano.


En esa instancia se inicia la distribución a través del sistema informático del Incucai, el Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (SINTRA), operado por profesionales y técnicos. El SINTRA utiliza los datos del posible donante y de todos los potenciales receptores inscriptos en las listas de espera, para evaluar la asignación según el órgano a trasplantar. Como resultado, emite un listado de posibles receptores con un orden de prioridad asignado a cada uno.

Los criterios de distribución están regulados por resoluciones específicas para cada tipo de órgano. Estas normas que aplican en todo el territorio nacional son el resultante de sucesivos análisis de la literatura teórica así como de la experiencia previa, de cuyo análisis participan junto al Incucai, comisiones asesoras formadas por los equipos de trasplante, las sociedades científicas, el Comité de Bioética institucional y la Comisión Federal de Trasplante.

¿Qué factores tienen en cuentan las normas de distribución?
  • La región donde se procura el órgano o tejido
  • La compatibilidad entre el donante y el receptor
  • La situación clínica del paciente
  • La antigüedad en lista de espera

Calidad de Vida luego de un Transplante de Hígado

La investigación evaluó la calidad de vida en un fenómeno médico que viene aumentando de manera considerable, como es el trasplante de hígado. Es necesario entender que el trasplante de órganos debe ser observado mas allá de una perspectiva médica, para incluir un marco multidisciplinar, desde un punto de vista biopsicosocial, que asume el concepto de calidad de vida, relacionado con un estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente con la ausencia de enfermedad (Moreno & Ximénez, 1996). El objetivo fue indagar en la calidad de vida de pacientes trasplantados de hígado durante los últimos quince años en Colombia.

La calidad de vida de los pacientes con enfermedad hepática se ve afectada por los síntomas propios de la enfermedad, como fatiga, ascítis, encefalopatía y sangrado gastrointestinal. Este aspecto varía después del trasplante, ya que muchos pacientes reportan una mejoría, incluidos cambios psicológicos, pues la persona experimenta un estado de bienestar generalizado debido al cumplimiento de las expectativas (Abreo et al., sin fecha). Alarcón (2004) señala que esta mejoría se relaciona también con la posibilidad de regresar al trabajo, desarrollar actividades de su interés, e involucrarse con el cuidado de la familia. Pero este proceso implica desafíos propios del tratamiento, como los de la terapia inmunosupresora, cuyos efectos secundarios son: alteraciones metabólicas, procesos infecciosos y cambios en la apariencia física (ganancia de peso, acné, entre otras). El mismo autor señala que también el paciente debe enfrentar exigencias, como tener que permanecer aislado, someterse a un seguimiento frecuente, enfrentarse a la constante posibilidad de un rechazo del injerto, tener que modificar la dieta, la cantidad de actividad física y otras circunstancias. En este periodo postrasplante también es común presentar algunas reacciones emocionales displacenteras para el paciente y para quienes lo rodean, tales como angustia, ansiedad, depresión e irritabilidad.

Preguntas Generales

¿Qué es un trasplante hepático?

El trasplante hepático en su forma más habitual, consiste en una cirugía que reemplaza el hígado dañado de una persona por un órgano de un donante. El donante puede ser alguien que ha fallecido o un donante vivo. La mayoría de los trasplantes que se realizan actualmente en adultos son de donantes fallecidos.

¿Quién necesita un trasplante hepático?

Las personas que tienen una falla importante de la función hepática requieren un trasplante. Esta falla puede ser aguda, que se desarrolla en pocos días o semanas, o crónica, que es la forma más frecuente y cuya principal causa es la cirrosis hepática. Hay otras causas de trasplante hepático como el hepatocarcinoma (cáncer hepático) o ciertas enfermedades metabólicas. Las principales causas de trasplante hepático en adultos en Chile son la hepatitis crónica por virus C, la cirrosis biliar primaria, la enfermedad hepática alcohólica y la hepatitis autoinmune.

¿Cuándo se indica el trasplante?

El trasplante hepático mejora las expectativas y calidad de vida de las personas que tienen enfermedades hepáticas crónicas (principalmente cirrosis). La clave es no realizar este procedimiento en una etapa muy temprana de la enfermedad, en que el riesgo del trasplante es mayor que el riesgo de la propia enfermedad, pero tampoco plantear el trasplante cuando la enfermedad está muy avanzada y puede ser tarde.
¿Cuáles son las indicaciones específicas para el trasplante hepático?

La indicación de trasplante debe ser realizada en el paciente individual y siempre pasa por la decisión de un equipo multidisciplinario que incluye hepatólogos, cirujanos hepato-biliares, asistentes sociales, sicólogos, siquiatras y otros especialistas. Algunas situaciones que en general se aceptan como indicaciones de trasplante son:

* Deterioro de la función hepática, objetivado como clasificación B de la escala de Child-Pugh.
* Complicaciones de la cirrosis: Peritonitis bacteriana espontánea, ascitis y encefalopatía hepática.
* Hepatocarcinoma cuando se cumplen ciertas condiciones bien definidas.

¿Cómo es la evaluación pre-trasplante?

El trasplante hepático es un procedimiento altamente complejo, por lo que requiere una completa evaluación del paciente. Se piden una serie de exámenes de sangre, estudios para objetivar el estado del sistema cardiovascular y respiratorio con radiografías y otros estudios, en ocasiones invasivos. Se necesita un estudio de imágenes detallado del hígado y sus vasos sanguíneos con una ecografía con Doppler y/o resonancia nuclear magnética. Se pide habitualmente una endoscopia digestiva alta y en ocasiones una colonoscopia. El candidato también es evaluado por otros especialistas que participan en el grupo de trasplante, como siquiatra y sicólogo, asistente social, cardiólogo, infectólogo, neurólogo, anestesiólogo y otros según necesidad.

¿Cuáles son las contraindicaciones para un trasplante hepático?

Cada centro de trasplante tiene sus propias políticas. Algunas situaciones que antes se consideraban que excluían la posibilidad de trasplante, como la infección por el virus de inmunodeficiencia humana (HIV, virus del SIDA), ya no se consideran contraindicaciones absolutas. De todos modos, algunas condiciones que usualmente se consideran contraindicaciones para el trasplante son:

* Edad avanzada (en muchos lugares sobre 65 años).
* Presencia de otras enfermedades graves como cáncer, insuficiencia cardiaca o respiratoria.
* Infecciones no controladas.
* Consumo de alcohol importante en los 6 meses anteriores al trasplante.

¿De donde proceden los órganos transplantados?

La mayoría de los hígados trasplantados proceden de donantes de órganos que han muerto. Estos donantes son adultos o niños que se encontraban en estado crítico (a menudo debido a lesiones por accidentes) y que murieron por dicha causa. Si el donante es un adulto, puede haber dado su consentimiento para donar sus órganos antes de haberse enfermado. Los padres o el cónyuge también pueden decidir la donación de órganos de un pariente. Los donantes pueden ser de cualquier lugar de Estados Unidos. A este tipo de trasplante se le llama trasplante de donante cadavérico.

Un individuo que recibe un trasplante puede recibir un hígado entero o una parte del mismo. Si hay un hígado de adulto disponible y es compatible con dos individuos de la lista de espera, se puede dividir el hígado del donante en dos partes y se trasplanta cada una de ellas. Esto es más común en los niños que en los adultos.

Los miembros de la familia vivos también pueden donar una parte de su hígado. A este tipo de trasplante se le llama trasplante de donante vivo. Los individuos que reciben una porción de un hígado responden tan bien como los que reciben un hígado entero. Los parientes que donan una porción de su hígado pueden llevar una vida sana con la porción que les queda.


¿Cómo puedo saber si necesito un trasplante?

Para evaluar esta posibilidad debe planteárselo a su médico. Si él no está familiarizado con el proceso, puede ser conveniente que solicite una evaluación directamente en un centro con disponibilidad de trasplante. En Chile, puede ser evaluado por un hepatólogo de la Pontificia Universidad Católica.

Spots Audiovisuales

Los siguientes videos pertenecen a campañas de concientización para la donació de Organos. ¡No se los pierdan!

Campaña "Donación de Organos" - INCUCAI




Donación de Órganos
Spot creado por alumnos de la Universidad de Occidente (Mexico)



Transplante de Hígado (Documental)

¿Por qué debo donar Órganos?

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Los avances en medicina han permitido que ahora el trasplante sea un tratamiento con éxito. Hasta no hace mucho se lo consideraba como algo experimental, pero hoy es una buena opción médica. El mayor problema en este momento es obtener el suficiente número de órganos para trasplantar a los enfermos que lo necesitan.



En diciembre de 2000 unas 5038 personas estaban esperando un órgano para ser trasplantados. Aproximadamente cada año en España 3.000 enfermos se incorporan a las listas de espera. El número de donantes se ha estacionado en los últimos años. Aunque España es el país con mayor índice de donaciones del mundo, éstas no son suficientes y un 7% de pacientes mueren esperando un órgano.



Todas las ayudas son necesarias para resolver la escasez de órganos. La mejor manera para asegurar que exista mayor número de órganos utilizables, es hacerse donante y animar a otros a hacerse.


Enlaces Externos: INCUCAI, ESTRATEGIA DE CAMPAÑA DE DONACION DE ORGANOS (ONG)